Todo runner
lo sabe aunque se empeñe en ignorarlo: Si quieres mejorar tu marca, el entrenamiento en cuestas es indispensable. Lo
siento. Haber elegido hípica o esgrima.
Pero una cosa
es hacer un entrenamiento más o menos exigente con la noble intención de
mejorar tus condiciones atléticas y otra muy distinta participar en una
competición cuyo recorrido sea siempre hacia arriba. Parece uno de esos retos a
los que solo se apunta una pequeña minoría de innovadores ¿verdad?
Pues
sorprendentemente no es así...
Podemos
comenzar hablando de Baldwin Street, la calle
más empinada del mundo (tiene el récord Guinness) y se encuentra en la ciudad
de Dunedin en la isla sur de Nueva Zelanda.
La calle
tiene una longitud de 350 metros llegando a alcanzar un desnivel de hasta el 38% lo que
obliga a que algunas zonas de la misma se hayan tenido que pavimentar con
hormigón en lugar de asfalto, debido a la menor adherencia de este último que
obligaría a continuas reparaciones.
Desde hace
varias décadas se celebra en esta calle la competición Baldwin Street Gutbuster que consiste,
básicamente, en subir y bajar corriendo la cuesta. Todo un alarde de
imaginación por parte de la organización que, pese a ello, consigue congregar
alrededor de 1.000
atletas cada año.
Y seguro que
en la competición participa gente muy preparada pero, en el día a día, le veo
mucho más mérito a salir justo antes de cenar de cualquiera de las numerosas
viviendas de esta calle, con intención de tirar la basura o pasear al perro.
En la otra
parte del mundo (y el comentario es geográficamente casi exacto) se encuentra
la localidad austriaca de Kulm, cuyos habitantes pueden presumir de contar con
el mayor salto de esquí natural del mundo. Pero ¿Qué se puede hacer con semejante maravilla natural
cuando se funde la nieve? Lo habéis adivinado. Viene Red Bull y monta en 2011 una carrera de
400 metros cuesta arriba con un desnivel medio del 45% que da vértigo mirar
desde arriba, tapizado además de resbaladiza hierba alpina. Por supuesto éxito
absoluto.
El nombre de
la competición -Red Bull 400- tampoco
es que roce el culmen de la imaginación, pero bueno, parece que les
funciona...en la última edición se superaron los 1.200 participantes y ya son
20 las competiciones que se celebran en diferentes sedes a lo largo de tres
continentes: Austria, Eslovenia, Finlandia, República Checa, Canadá, Alemania,
EEUU, Kazajistán, Turquía, Japón, Rusia, Noruega, Francia, Italia, Polonia,
Eslovaquia, Suiza, Países Bajos y Corea.
Por supuesto
también tenemos las numerosas y espectaculares competiciones tanto de carrera vertical de montaña como de kilómetro vertical, ambas bajo el paraguas de
la Federación de Deportes de Montaña y escalada (FEDME)
que gozan de excelente salud y nivel competitivo en nuestro país, con algunas
tan conocidas como:
Kilómetro
vertical Puig Campana.
La segunda
montaña más alta de la provincia de Alicante. 3,6 kilómetros y desnivel
positivo de 1.020 metros. Espectaculares vistas del mediterráneo en una de las
provincias más montañosas de España. Aunque pueda sorprender a más de uno...
¡Alicante no solo es playa!
Kilómetro
vertical Zegama.
1.015 metros
de desnivel positivo que se alcanzan en una distancia de 5,2 kilómetros.
Próxima cita
el 24 de mayo de 2020
Kilómetro
Vertical Fuente De.
En plenos
Picos de Europa. Un escenario espectacular para hacerse casi mil metros de
ascenso en algo más de dos kilómetros y medio de recorrido.
Y muchas
otras como la Barranca en Madrid, la Transvulcania en la Palma y un interminable
etcétera...
Por cierto,
es interesante saber (aunque no creo que os lo vayan a preguntar en el Trivial
Pursuit) que la diferencia entre carrera vertical de montaña y kilómetro
vertical la establecen los puntos 2.2.3.6 y 2.2.3.7 del Reglamento de Carrera
Vertical por montaña de la FEDME.
Carrera
vertical:
Una única
subida con desnivel
mínimo de 700 metros y distancia máxima de 8 kilómetros. Se permiten
cuerdas fijas y un máximo del 5% de bajadas, siempre que estas sean propias del
terreno y no provocadas.
El porcentaje
de pendiente media siempre deberá estar entre el 20% y el 45%.
Kilómetro
Vertical:
Competición sobre
terreno irregular con 1.000
metros de desnivel positivo entre el punto de salida y el de llegada (+/-
5% tolerancia), en una
distancia que no exceda los 5 kilómetros.
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